Por Sierra González,

El activo circulante también denominado activo corriente es el que tiene una empresa al cierre del ejercicio como activo líquido, es decir, estaría formado por la caja, bancos y otros activos a corto plazo.

También se incluyen aquellos activos que podemos convertir en dinero en un periodo inferior a los 12 meses, como son las existencias, las obras en curso, las cuentas pendientes de cobrar, los deudores y las inversiones a corto plazo.

Este activo corriente estará formado por todo aquellos bienes o derechos que podemos convertir en dinero de forma inmediata, y se compone de los siguientes elementos:

  1. Activos destinados a la venta o consumo
  2. Activos en los que nos encontramos a la espera de su venta a corto plazo
  3. Todo el dinero del que dispone la empresa en cualquier momento

Todas las empresas deben vigilar la gestión de este activo, ya que, debemos perseguir minimizar las existencias y los saldos de los clientes porque esto nos implicará una buena gestión empresarial que busca equilibrar nuestros objetivos empresariales con los de tesorería.