Por Sierra González,

El balance de apertura nos indica la situación que tiene la empresa al inicio del ejercicio contable, se realiza cada vez que comenzamos un nuevo año para conocer el estado financiero y la situación patrimonial de la empresa.

Una de sus principales características que contiene los mismos saldos con los que cerramos el último año contable, después de realizar todos los ajustes obligatorios según el Plan General Contable, por tanto, este balance coincidirá con el del último día del año.

En el caso de una empresa de recién creación su asiento de apertura coincidirá con la fecha de inicio de actividad, y los asientos contables que se tendrán que reflejar son:

  1. El capital social desembolsado o no desembolsado
  2. Las aportaciones pendientes que tengan los socios
  3. El dinero que tiene en caja o en los bancos que coincidirá con las aportaciones de dichos socios
  4. Si las aportaciones fueran en especie se incluirán según su naturaleza

El resto de elementos se irán incorporando según la empresa los vaya adquiriendo y no en el momento de la constitución, como, por ejemplo, el fondo de comercio que no podrá aparecer en el inicio de una empresa, ya que, será la adquisición de un negocio en bloque.