Por Sierra González,

En contabilidad entendemos por Caja a la cuenta contable que registra todas la entradas y salidas de dinero en efectivo.

Por tanto, en la Caja será donde se reflejen todos los movimientos dinerarios que no sean registrados por el banco.

No podemos pasar por alto la relación que existe entre la Caja y la facturación, ya que, parte del efectivo que entra en la caja dependerá de la emisión de las facturas a nuestros clientes.

Normalmente esta cuenta suele usarse por pequeñas empresas o autónomos que trabajan exclusivamente con dinero efectivo.

Habrá que llevar un registro contable de los cobros en efectivo y de los pagos que se hayan realizado desde la Caja, aquí no se incluyen ni las ventas ni los pagos efectuadas con tarjeta de crédito.

El uso excesivo de la Caja puede generar unos inconvenientes al empresario, como, por ejemplo, si pagamos muchas facturas y los sueldos de los trabajadores con la caja podría generarnos un balance erróneo, a no ser que se incluyeran los cobros de sus ventas.

Esta falta de precisión en la contabilidad podría ocasionar la salida de algún inversor, debido a que el flujo de fondos sería pobre.