Por Sergio Pérez,
En esta guía te explicamos, de forma clara y basada en normativa oficial de la Agencia Tributaria (AEAT), qué gastos son deducibles y en qué condiciones. Todo explicado sin tecnicismos innecesarios y pensando en negocios reales.
¿Cuándo es deducible un gasto?
La AEAT establece tres requisitos que deben cumplirse siempre:
-
Debe ser necesario para tu actividad profesional.
Es decir, tiene que tener relación directa con tu trabajo. -
Debe estar justificado con factura válida.
Un ticket no sirve: la factura debe incluir tus datos como autónomo. -
Debe estar registrado en tu contabilidad o libros oficiales.
Si cumple estas tres condiciones, puede ser deducible.
EN ESTE ARTÍCULO ENCONTRARÁS
- 1. Equipos, material y herramientas de trabajo
- 2. Suministros cuando trabajas desde casa
- 3. Transporte y desplazamientos
- 4. Comidas vinculadas a tu actividad
- 5. Formación que mejora tu negocio
- 6. Gastos digitales, marketing y software
- 7. Préstamos o créditos vinculados al negocio
- 8. Cuota de autónomos y seguros relacionados con tu actividad
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1. Equipos, material y herramientas de trabajo
Todo aquello que necesitas para desarrollar tu actividad forma parte de tus gastos deducibles. Aquí entran desde el ordenador, el móvil, la tablet o la impresora hasta el mobiliario de oficina o herramientas específicas según tu profesión. La clave está en que exista una vinculación real con tu trabajo. Por ejemplo, un diseñador gráfico puede deducir su ordenador y su tablet de diseño, y una tienda puede deducir su TPV o su lector de códigos de barras
2. Suministros cuando trabajas desde casa
Si desarrollas tu actividad en tu vivienda, puedes deducir un porcentaje de luz, agua, internet, teléfono y calefacción. Desde 2017, la ley permite deducir el 30% del porcentaje de vivienda declarado como espacio de trabajo.
Ejemplo:
Si usas un 20% de tu vivienda como oficina → 30% de ese 20%. Es decir, deduces el 6% de tus suministros.
3. Transporte y desplazamientos
Muchos autónomos tienen que moverse a diario: visitar clientes, proveedores, hacer entregas o gestionar trámites. Todos esos desplazamientos pueden ser deducibles siempre que puedas demostrar que están relacionados directamente con tu actividad. Esto incluye combustible, peajes, aparcamientos o transportes públicos. Lo esencial es poder justificar la finalidad profesional del desplazamiento.
4. Comidas vinculadas a tu actividad
Las comidas profesionales pueden deducirse siempre que sean necesarias para el desarrollo de tu actividad, se paguen mediante un método electrónico y respeten los límites que marca la ley. Esto aplica tanto a reuniones con clientes como a desplazamientos por trabajo. Aunque no cubren comidas sin relación directa con la actividad, sí suponen una ventaja cuando están correctamente justificadas.
5. Formación que mejora tu negocio
Los cursos, talleres, másteres, seminarios o cualquier formación que te permita mejorar como profesional también son deducibles. La normativa contempla estas inversiones como necesaria para mantener o actualizar tus competencias, por lo que su coste puede reducir tu base imponible. Desde formaciones técnicas hasta cursos de marketing o gestión empresarial, todo lo relacionado con tu actividad entra dentro de este apartado.
6. Gastos digitales, marketing y software
La digitalización forma parte del día a día de cualquier negocio. Por eso, los gastos en publicidad, marketing digital, dominios, alojamiento web o software profesional también son deducibles. Aquí entran herramientas como Eactivo, plataformas de gestión, apps complementarias o cualquier servicio digital que utilices para vender, organizar o hacer crecer tu negocio.
7. Préstamos o créditos vinculados al negocio
Si has solicitado un préstamo como persona física para invertir en tu negocio, los intereses y gastos derivados pueden deducirse siempre que estén claramente afectos a la actividad. Esto aplica tanto a préstamos para comprar equipos o herramientas como a créditos destinados a financiar stock, reformar un local o invertir en mobiliario. Lo fundamental es que exista una finalidad empresarial que pueda justificarse.
8. Cuota de autónomos y seguros relacionados con tu actividad
La cuota de autónomos es totalmente deducible, algo que todos agradecemos. Además, puedes deducir seguros vinculados a tu profesión —como seguros de responsabilidad civil o seguros médicos dentro de los límites legales—, siempre que estén directamente relacionados con tu actividad y su cobertura tenga sentido dentro de tu modelo de negocio.
Conclusión: deducir bien es pagar lo justo
Llevar un control adecuado de los gastos deducibles no solo reduce tus impuestos, sino que te permite gestionar mejor tu negocio y mejorar tu rentabilidad real. Si sabes qué puedes incluir y cómo justificarlo, tus declaraciones serán más fáciles y evitarás errores.
Y si, además, utilizas herramientas como Eactivo para registrar gastos, organizar facturas, generar modelos y prepararte para VeriFactu 2026, tendrás un sistema que te ayuda a tomar decisiones claras y ahorrar tiempo cada mes.